Bactiguard – Prevención de Infecciones

Sin Bactiguard

Con Bactiguard

Tecnología Bactiguard

La tecnología Bactiguard se basa en un finísimo revestimiento de aleación de metales nobles (Oro, Plata y Paladio), firmemente adherido a la superficie de los dispositivos médicos. Cuando están en contacto con fluidos, los metales nobles crean un efecto galvánico que reduce la adhesión microbiana. Esto significa que se reduce la adhesión de las bacterias al dispositivo médico, lo que reduce el riesgo de formación de biofilm que provoque una infección. El biofilm generado por las bacterias hace a éstas más resistentes a los antibióticos y al propio sistema inmunológico del paciente. Las bacterias pueden provenir del propio paciente o de fuentes externas como el personal, otros pacientes o dispositivos médicos. El efecto galvánico genera una microcorriente que le da a las bacterias casi la misma experiencia que si pusiera la mano en una cerca eléctrica o lamiera una batería de 9 voltios.

Seguridad para el paciente y el medio ambiente

La cantidad de metales nobles en la superficie es muy baja y está por debajo de todos los límites de seguridad para cada metal, y no hay liberación de cantidades tóxicas o farmacológicas. Esto hace que la tecnología sea segura y respetuosa con los tejidos, a diferencia de las tecnologías de recubrimiento tradicionales que a menudo dependen de la liberación de sustancias que matan las bacterias, por ejemplo altas concentraciones de iones de plata, clorhexidina o antibióticos. Nuestra tecnología está aprobada para uso a largo plazo en implantes traumatológicos ortopédicos y, por lo tanto, se puede utilizar en implantes que permanecerán con el paciente de por vida. Hasta la fecha, se han vendido más de 200 millones de productos recubiertos de Bactiguard para uso de pacientes, sin que se hayan informado eventos adversos relacionados con el recubrimiento.

Eficacia probada para prevenir infecciones

Realizamos amplios estudios clínicos para verificar el efecto de nuestra tecnología. En particular, queremos ver cómo de efectivos son nuestros productos para prevenir infecciones, pero también estudiamos la seguridad, la facilidad de uso y la satisfacción del paciente. Hemos realizado más de 40 estudios clínicos con 100.000 pacientes, que entre otras cosas muestran una reducción de la infección del tracto urinario asociada al catéter (CAUTI) en un 35-90%.

Una innovación sueca de casi cien años

La tecnología proviene del premio Nobel sueco de Física 1912, Gustav Dahlén, el hombre inventor del famoso AGA Lighthouse. Gustav Dahlén tenía un aprendiz llamado Axel Bergström, quien desarrolló la técnica de aplicar una fina capa de metales a materiales no conductores. Axel Bergström transmitió este conocimiento a su aprendiz, Billy Södervall, quien refinó la técnica y comenzó a aplicar los metales nobles a los dispositivos médicos en la década de 1970. . Durante más de 30 años, hemos estado desarrollando nuestro exclusivo recubrimiento de metales nobles que se aplica a dispositivos médicos e implantes. Realizamos nuestras primeras pruebas clínicas en 1986, y en 1994 la FDA registró un catéter urinario con revestimiento de Bactiguard en los EE. UU.

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